La lluvia del sábado no alcanzó a apagar el fuego del Bob Marley Day Fest. Difícil disipar a las llamas cuando la fogata la prenden Luciano, Dread Mar I, Los Cafres y Gondwana, quienes supieron transmitir la energía positiva con la que el reggae alimenta a una numerosa cantidad de almas en la Argentina.
Aunque el cielo no mostró ni una estrella en toda la noche, lo cual suele generar malos humores, melancolía y cierta depresión, todos los que concurrieron ese día al Microestadio Malvinas Argentinas de la Asociación Atlética Argentinos Juniors le pusieron su mejor cara al peor tiempo de la temporada.
Aunque el cielo no mostró ni una estrella en toda la noche, lo cual suele generar malos humores, melancolía y cierta depresión, todos los que concurrieron ese día al Microestadio Malvinas Argentinas de la Asociación Atlética Argentinos Juniors le pusieron su mejor cara al peor tiempo de la temporada.
El reggae tiene cierta magia. El ritmo, el juego de la voz, el compás que marca el bajo, y las trompetas y saxofones que dominan la escena tienen ese "no sé qué" que lleva a quien lo escucha a mover la cabeza de derecha a izquierda, a agitar los brazos como en una caminata imaginaria, a mover aunque sea un poco las piernas. Es una música que te da pilas y te dice: "usalas, levantate, luchá, seguí adelante que no todo está perdido". Bob Marley supo transmitir todo esto desde la melodía hasta la letra. Por eso se merecía un día para ser honrado en este, el país donde el folclore jamaiquino ha crecido en los últimos años más que cualquier género.
Bajo una lluvia que no convenció a casi nadie para cancelar sus planes de salida, la banda chilena Gondwana abrió el festival. Tras ésta presentación, ya comenzaba a correr por la sangre el espíritu reggae, ese que reina en todo concierto: todo está bien, todos están bien, yo estoy bien con todos y sólo importa dejarse llevar por la música. Y para reforzar ese sentimiento, irrumpió en escena Dread Mar I, con algunos de los temas un tanto empalagosos de su último disco, "Viví en Do". Afortunadamente se trajo guardadas en su característico gorro algunas canciones de su roots tradicional, como "Promesas" y "My Lord".
Luego fue el turno de Los Cafres, con "Tus ojos", "Suena la alarma" y su clásico "Sin semilla" . Admeás, le hicieron honor al nombre del festival y rindieron tributo al gran Bob con "Pimpers Paradise". Y para retirarse del espectáculo con un estado de ánimo recargado, el público se deleitó con Luciano, quien trajo desde Jamica el regalo para su público de pisar por primera vez suelo argentino.
Con toda la onda rastafari encima, el cantante jamaiquino tocó "Give Praise", "It's me again Jah" y "Your World And Mine", entre otros de sus temas. Pero le puso el acento a la noche cuando invitó al escenario al vocalista de Los Cafres, Guillermo Bonetto, Dread Mar I y Maxi Vargas, cantante de Gondwana para entonar todos juntos "Redemption Song" y terminar de darle significado al "Bob Marley Day Fest".
Mientras la lluvia insistía con esto de arruinarle la sagrada noche sábado a los mortales, el público se retiró feliz y con el verde, rojo y amarillo en su horizonte. Algunos, con la idea de encontrar un kiosco o puesto de comida para terminar de condimentar la velada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y vos qué creés?