viernes, 18 de junio de 2010

El Bordo y una historia para no perderse

por Pablo Sieira 
Hacía bastante que el rock nacional no sorprendía con algo al estilo de las viejas grandes bandas que influenciaron éste gran género a lo largo y ancho del mundo. Fuera de los ilustres como Charly García, Andrés Calamaro, Los Piojos, La Renga y otros,  las bandas emergentes no ofrecían ningún cambio radical. Una de ellas, El Bordo, comenzó a quebrar ésta tendencia con su quinto disco, "Historias perdidas (Capítulo V)".  Editado este año, el último trabajo de estudio de una de las bandas que más ascendió en los últimos años no tiene desperdicio, influencias de Zeppelin, The Who e históricas bandas nacionales, con la marca del estilo propio que, poco a poco, ha tomado forma y no defrauda.

La banda de los hermanos Ale (voz y guitarra) y Diego Kurz (guitarra y coros)  llegó a esta nueva década con las ínfulas musicales de tiempos pasados, pero sin abandonar el rock barrial típico argentino de los últimos 10 o 15 años. Esa combinación le permitió a El Bordo comenzar a encontrar su camino, un sendero que corre paralelo al de la última generación rocker y que los dotó de una riqueza musical que se disfruta a pleno en su último trabajo de estudio.
"Historias paralelas", quinto logro discográfico de la banda, comienza con un anuncio claro de que "lo que estás por escuchar, es otra cosa". Una guitarra rabiosa recuerda al rock de los '70 en "Buscando", aunque la voz de Ale Kurz se encarga de imprimirle una frescura que lo zambulle en la actualidad. Las influencias de bandas clásicas se percibe también en "Río", canción en la quee puede saborearse auditivamente algún atisbo de The Who que se confunde con un poco de blues y algo de "Little thing called love". No es copia, no es plagio, es una educación musical más que apropiada para un conjunto que comienza a salir de los apretados escenarios post Cromañón.
Las canciones largas que rompen con el cánon de los tres minutos y pico y la adptación de instrumentos históricamente ajenos al rock parecía algo que sólo podía encontrarse en discos de Led Zeppelin, Pink Floyd o King Crimson. Este nuevo trabajo de estudio de El Bordo marcó un quiebre en ese sentido, con temas como  "Donde vengan los sueños", un track de 11 minutos donde la voz de Ale Kurz aparece más limpia, acorde con las armonías suaves y casi oníricas del tema, que se funden con algunos cortes violentos muy bien aplicados y un solo de guitarra a lo Slash. La comparación cobra mayor sentido cuando, a la mitad del tema, se percibe un toque de Guns 'n Roses en "November Rain". Probablemente, la composición mejor lograda del álbum. Pero no está sola, ya que este quiebre está dado también por "Desaparecer", un tema más oscuro, con arreglos de violines y brucos (pero impecables) cambios de tempo.
Los que prefieran la simpleza por sobre la elaboración instrumental, o lo estrictamente actual frente al resurgimiento de "lo viejo", no se sentirán defraudados al escuchar canciones como "Pensando en vos", donde El Bordo demuesrta que no abondonó por completo las vías de bandas como Los Piojos; "Siento", una obra con pasta de hit radial, pero con algunos cambios de tempo y detalles instrumentales que lo sacan del estándar de la canción típica de FM popular; "¿A dónde vas?", que guarda la simpatía de las canciones que conforman la banda sonora de las series adolescentes estadounidenses; y "Medallitas", una base de reggae que desemboca en un ritmo más acelerado, cercano a La Renga.
El recorrido del CD tiene también momentos de calma cuando "Llueve en Buenos en Buenos Aires", ritmos hard rock que son capaces de "Destrozar tus ojos"  y algún rapto de blues "Posesivo". Pero, sobre todo, tiene un trabajo muy preciso detrás de lo que se escucha, que justifica los tres años de espera desde su disco anterior, "Yacanto".
No se trata de una banda nueva (sus inicios se remontan a 1998), pero la tragedia ocurrida en República Cromañón y sus consecuentes restricciones marcaron un momento a partir del cual el ascenso de proyectos novedosos se complicó. Si bien El Bordo tiene su público bien definido ya, "Historias perdidas" constituye su punto más alto musicalmente. Este nueva placa de la banda que conforman los hermanos Kurz junto a Leandro Kohon (armónica), Miguel Soifer (batería) y Pablo Spivak (bajo) llega para llenar un vacío en el rock nacional. Ahora, hay que tratar que ésta nueva historia no se pierda.

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