jueves, 29 de julio de 2010

Por las advertencias sobre River, peligra el show de U2 en 2011

por Pablo Sieira
El estadio de River Plate es el epicentro de la adrenalina generada por la llegada de bandas internacionales. La mayoría de ellas desembarcan en el "gallinero" y, en 2011, será el turno de U2. Pero las últimas revelaciones sobre el estudio ambiental acerca del impacto de esos shows en la población puso ese concierto en riesgo. Y es que según explicó este jueves el ingeniero Jorge Linlaud, encargado de preparar el último relevo, las vibraciones por el pogo y el sonido "rajan los edificios" y generan en los vecinos "ataques de pánico" y hasta "mareos y vómitos". En tanto, la productora Time 4 Fun, organizadora de los últmos shows, advirtió que si las condiciones del lugar no mejoran, los irlandeses no vendrán.


El pogo es sagrado y, más allá de una patada extra propiciada por algún sacado o una pierna levantada un par de centímetros de más, nunca apreció algo peligroso. Sin embargo, tiene un efecto colateral en el barrio de Nuñez, en los alrededores de la cancha de River. Según el último estudio realizado, el salto del público sobre el campo de juego genera ondas que se extienden varios kilómetros y afectan las estructuras de los edificios. El cálculo es bastante simple: 65 mil personas (poco más poco menos), por infinita cantidad de saltos por cada una. La molestia de los vecinos es igual al resultado de esa cuenta.
En declaraciones radiales, Linlaud explicó que el estudio determinó que los movimientos se ubican "17 veces por encima del valor máximo permitido" por la ley vigente en Capital Federal. "Las personas que asistieron al evento daban más de dos saltos por segundo, que en lenguaje técnico se denomina 2 a 2.5 hz" , remarcó el ingeniero, quien indicó que estos datos fueron arrojados por el informe de impacto ambiental.
"Nosotros pudimos corroborar lo que decía la gente del barrio y a raíz de la presentación en la Justicia, se dictaminó no se pueden hacer recitales en el campo de juego" del estadio de River, sostuvo Linlaud. Esto hace peligrar el show de U2, que llegará a la Argentina en 2011, en el marco de su accidentada gira. Y es que en reiteradas ocasiones se especuló con que ésta se cancelara debido a la lesión de espalda que había sufrido Bono.
No obstante, se realizarán algunas pruebas más en el estadio para determinar si pueden adoptarse medidas que prevengan los efectos ambientalmente nocivos de la intensidad con que miles de personas viven el fino arte del rock. Pero si el resultado es negativo, podría ser el adiós a un ícono de la escena rockera transnacional. Y también a U2.

Foto 1: en440.com.ar
Foto 2: pop.soniquo.com

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