lunes, 12 de julio de 2010

Cuando el folklore se vistió de rock

por Pablo Sieira
El panorama cultural del Noroeste argentino no volverá a ser el mismo después del Salamanca Rock, el festival de dos días que tuvo lugar este fin de semana y que contó con presencias como Divididos, Catupecu Machu, Las Pelotas, Los Cafres y Las Pastillas del Abuelo, entre otros. Todos ellos inyectaron una dósis de rock en la vena más folklórica del país, pero sin dejar de lado la música más autóctona de estas tierras, encarnada para la ocasión en importantes artístas del género del bombo y el zapateo. El eventó celebrado en Santiago del Estero gustó y por eso, sólo dejó como deuda la promesa de repetirse el año próximo.



Por su marcada veta folklórica, no podía ser otra banda mas que Divididos la encarga de cerrar el festival a todo ritmo y energía. Desde luego, no debía faltar el tema "Ortega y gases" y su ya clásica base de chacarera. Ricardo Mollo sintetizó perfectamente el motivo por el que la incluyeron en el repertorio: "Si no es en la tierra del 6x8 ¿dónde lo vamos a hacer?". El cantante y guitarrista dio en el clavo con esta frase, porque no hay locación mejor para una canción como esa que la cancha del Club Sarmiento de la ciudad de La Banda, pegada a la capital santiagueña.
Pero para no defraudar a la tierra que les brindó los ritmos con los que adornaron algunos de sus más célebres temas, el power trío se lució además con "La flor azul" y "Amapola del 66", cuya introducción estuvo a cargo del Indio Froilán, el luthier de bombos que fabrica los mejores y más solicitados instrumentos de este tipo, junto a 30 bombistas. Tan emotivo fue, que Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella abandonaron sus instrumentos para golpear los cueros un rato. Sin embargo, no faltaron los clásicos eléctricos como “Paraguay”, “Rasputín”, “El 38”, “La Era de la Boludez” y la eterna “Ala Delta”. Los Divididos también sumaron a la partida al violinista Kelo Herrera y a los bailarines Juan Saavedra y Sandra Farías, más que populares en las tierras norteñas.
La antesala de semejante potencia combinada fue la presentación de Catupecu Machu. Fernando Ruiz Díaz no se cansó de aporrear su guitarra como si quisiera que cada nota fuera una chispa capaz de preder fuego todo. Para que el intento incendiario fue efectivo los Catupecu desplegaron hits como "A veces vuelvo", "Magia veneno", "Origen extremo", la gran "Confusión" y "Dale!". Éste último sirvió como emotiva dedicatoria a Gaby Ruiz Díaz y a Gustavo Cerati. A esa altura, ya habían pasado bandas locales como Manthra, Áridos del Norte, La Calle, Turvia, Tus Monitores, Patones, Cruxial Clan, Reinarás y Amilania. También el ex Árbol Edu Schmidt, que presentó temas de su debut solista titulado "El silencio es salud" y algunos de su antigua banda, como "Chikanoréxika".
Las Pelotas también deslumbraron. Germán Daffunchio no olvidó recordar a su fallecido compañero y antecesor en la voz de la banda, el Bocha Sokol, pero al mismo tiempo supo rendirle tributo con un buen show junto a sus compañeros de ruta. "Como se curan las heridas" y "Desaparecido" brindaron lindos momentos a la presentación de este ya histórico conjunto. Pero los puntos más altos fueron clásicos “Corderos en la noche”, “Esperando el milagro”, “Sin hilo”, “Hawai” y “Uva-Uva”.
Y así un festival más indicó que el año sigue corriendo y que, antes de que se lo pueda percibir ya será 2011. La expectativa recaerá, entonces, en si habrá otro Salamanca Rock. Porque Cosquín encontró un hermano y Santiago una nueva forma de integración cultural. Ojalá que para siempre.

Foto 1: cronista.com
Foto 2: pagina12.com

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