
Luego de haber formado Slash Snakepit (junto a todos los ex Guns, menos Axl) y Velvet Revolver, el guitarrista de la eterna melena y la galera editó este album de 14 temas que, en su edición para Latinoamérica, incluye dos bonus tracks. De más está decir que los solos a toda velocidad de la Les Paul de Slash tienen un rincón en cada uno de los cortes del disco. Basta escucharlo una vez para sorprenderse con la actitud que demuestra la pulposa cantante Fergie, de Black Eyed Peas, cuyo registro de voz es el que más recuerda al de Axl Rose. Resta disfrutar de las particiapciones de Ian Atsbury (The Cult) y Ozzy Osbourne, aburrirse con Chris Cornell (Soundgarden y Audioslave) y Adam Levine (Maroon 5) y destacar el esfuerzo de Lemmy Kilmister (Motorhead) en un tema con pocas sorpresas.
Quien escucha el álbum por primera vez se encuentra con "Ghost", junto Ian Atsbury y al ex guitarrista de Guns n' Roses Izzy Stradlin. Es un corte de rock intenso que, de movida, parece recordarle al oyente de quién es este disco, debido al sonido punzante que marca la guitarra de Slash. Le sigue "Crucify the dead", que recuerda por momentos a las baladas de las buenas bandas de heavy metal de los '80. Por eso, a la hora de ponerle voz, no podía ser otro que Ozzy el indicado.
Fergie goza de una de las mejores participaciones en "Beautiful dangerous", tal vez por la sorpresa que genera escucharla tan bien en un estilo tan distinto al de Black Eyed Peas. "Back from call", junto a Myles Kennedy, tiene fuerza pero lejos está de destacarse a pesar del buen trabajo vocal del cantante de Alter Bridge. El tema "Promise", en el que canta Chris Cornell pone una pausa pero sin ninguna sorpresa. No así con "By the sword", un interesante heavy blues bien logrado por la guitarra de Slash y la voz de Andrew Stockdale, de Wolfmother.

Kid Rock sorprende en "I hold on", pero por lo soso del tema que le fue reservado. En cambio, "Nothing to say", con M. Shadows de Avenged Savenfold, es un tema de metal bien logrado. Le sigue otro pelotazo "pop" con Myles Kennedy titulado "Starlight", otro menos aburrido con el guitarrista y vocalista Rocco de Luca, y finalmente un Iggy Pop al borde del retiro en "We're all gonna die".
Para cerrar el disco aparece un bonus track que consta de una reversión de "Paradise city" junto a Fergie y Cypress Hill, bastante entretenido, y un rock and roll elécctrico junto a Alice Cooper, Nicole Scherzinger (Pussycat Dolls), el bajista Flea (Red Hot Chilli Pepper) y otro ex Guns, el baterista Steven Adler.
El disco tiene sus puntos altos, pero también tiene algunos bajos y otros que van a parar al sótano. Cierto es que el hecho de que sea el álbum de Slash lo vuelve recomendable. Pero sólo por eso. Aunque hay que destacar que el virtuoso guitarrista se tenía más que merecido darse el gusto de hacer un trabajo de estudio a su antojo. En ese sentido, lo hizo bien.
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