por Pablo Sieira
¿Qué tienen en común Jefferson Airplane, Radiohead, Manu Chao, Charly García, Franz Ferdinand y Bob Marley? Todos ellos ofrecen canciones perfectas para irse por las ramas. Es decir, para esos momentos con buena onda, en los que somos nosotros mismos. Aquellos que llegan con un aire de libertad absoluta ahumada con diversas sensaciones físicas, intelectuales, artísticas, etc. Son temas de géneros y épocas variadas que tienen un motivo en común para aparecer en esta nota: son perfectos para dedicarse simplemente a disfrutar ese momento.
Jefferson Airplane siempre fue catalogada como una banda ideal para esos momentos distintos de los demás. La banda psicodélica californiana luce en su cuadro de honor el espectacular "Somebody to love", tema que con su agitación rítmica, combinada con la salvaje e hipnotizante voz de Grace Lick, -por entonces recién llegada al grupo- nos deposita de lleno en los maravillosos años '60, llenos de horror cercado por esperanza joven, lucha e ideas que llevar a cabo. Es, junto a "White Rabbit", la joya del disco "Surrealistic Pillow".
¿Qué decir de Radiohead? El destino quiso que fuera una banda creada para las solitarias noches de reflexión, violencia o simple relax. En el disco "Ok Computer" se pueden encontrar temas sublimes como "Electioneering" y su cosa de rock and roll descolocado, o "Paranoid Android" y su sensación de extravío dentro de uno mismo. También se pueden hallar por ahí la tristeza con dejo de añoranza en "Karma Police" y la teatralidad dramática de "Exit Music (For a Film)".
Otro gran compañero de ruta para esos ratos ya mencionados es Manu Chao. El francés más latinoamericano que existe tiene en su repertorio el disco "Clandestino", un trabajo impecable. Los primeros cuatro temas casi ininterrumpidos entre sí son un viaje a los países vecinos del norte con "Clandestino", un acto reflejo de la memoria trágica de nuestras tierras con "Desaparecido", una canción de cuna histérica con "Bongo Bong" y "Je ne t'aime plus", y un momento de tensa calma con "Mentira".
Charly García también puede desembarcar a nuestro lado en estos momentos maravillosos. Aparece con su "Piano Bar", tema que le da nombre a su 5to disco solista. Ese sonido oscuro, mezclado con la dulzura que la voz de Charly alguna vez supo tener y que ya está recuperando, es sólo el plato de entrada antes de disfrutar de la canción que le sigue en el álbum, "No te animás a despegar", que luce ese tono de drama propio de la decadencia del ambiente rock de los '80. Y si buscamos un poco más, encontramos "Yendo de la cama al living", otra obra brillante que con su golpe aturdidor y sus ecos en la voz de García hace que escuchar música valga la pena.
Charly García también puede desembarcar a nuestro lado en estos momentos maravillosos. Aparece con su "Piano Bar", tema que le da nombre a su 5to disco solista. Ese sonido oscuro, mezclado con la dulzura que la voz de Charly alguna vez supo tener y que ya está recuperando, es sólo el plato de entrada antes de disfrutar de la canción que le sigue en el álbum, "No te animás a despegar", que luce ese tono de drama propio de la decadencia del ambiente rock de los '80. Y si buscamos un poco más, encontramos "Yendo de la cama al living", otra obra brillante que con su golpe aturdidor y sus ecos en la voz de García hace que escuchar música valga la pena.
"Take me Out" es uno de los mejores temas de Franz Ferdinand. No porque sea el más popular (y de hecho, habría que pensar que es el más popular porque es el mejor), sino por el movimiento que genera, ese agitar de pierna o ese cabeceo, da lo mismo. El comienzo es maravillosamente atrapante, con su punteo punzante de guitarra y su sonido entre ochentoso y noventoso. Pero lo mejor de ese principio, es su final: ese paso del ritmo inicial a uno más frenético, ligeramente anticuado, que lo acompaña hasta el último segundo del track y que siempre encuentra en el oyente alguna reacción corporal. "Tell Her Tonifht" está en el mismo disco y es otro punto alto para quien lo escuche. Es casi música disco, pero más fiestera y, ciertamente, más rocker.
Violando una regla periodística básica, esto está al último pero no es menos importante: se trata de la obra del supremo Bob Marley. Casi cualquier cosa de él es perfecto para ambientar los ratos más agradables, desde el sonido cálido y de "Could you be love" a "Iron lion Zion" y su energía combativa-positiva. Y siempre puede uno redescubrir "Jamming", aunque nunca dejará de sonar familiar.
Hay muchas otras canciones y discos recomendables para esos momentos especiales. Pero serán publicados en la Segunda Edición. En otro momento especial.
¡Muy bueno!
ResponderEliminar