miércoles, 9 de marzo de 2011

Radiohead renueva su lado experimental: "The King of The Limbs"

por Santiago Pérez Chiconi
Si algunos se habían esperanzado con que Radiohead retomaría la senda de la canción más convencional, a la que parecía ir retornando con “In Rainbows” (2007) y “Hail To The Theif” (2003), sentirán algo de frustración. En cambio los fans de la etapa más experimental de los de Oxford, reflejada en “Kid A” (2000) y “Amnesiac” (2001) lo celebrarán. “The King of The Limbs”, el nuevo y esperado trabajo de la banda de Thom Yorke, representa una nueva dosis del Radiohead más hermético y electrónico, donde las guitarras vuelven a quedar bien guardadas dentro de sus fundas. La inconfundible voz de su líder viajando sobre secuencias rítmicas y bases programadas dieron forma a un disco que otra vez dividirá aguas entre quienes se exasperaron en su escucha y aquellos fanáticos todo terreno de la banda que hablan de un nuevo triunfo artístico del grupo bajo sus propias reglas y contra toda tendencia que marque la industria.

Aquellos que se fanatizaron con los consagratorios e inolvidables “The Bends” (1995) y “OK Computer” (1997) pero huyeron despavoridos con los experimentos sónicos posteriores a esos discos seguirán añorando los Radiohead de los '90. Pero poco le importará a Yorke y compañía, quienes, más allá de todo, nunca vieron disminuir su convocatoria en los últimos años y parecen además decididos a realizar los discos que les plazca, sin miedo a las reacciones, gracias al prestigio ganado a lo largo de su trayectoria.
Disponible para ser bajado de su página web oficial (con precio determinado y no “a la gorra” como In Rainbows), la banda volvió a impactar con una estrategia de presentación novedosa, ya que jugó con el efecto sorpresa al informar con solo una semana de anticipación que el disco ya finalizado podía ser descargado. Por su parte el cd en formato físico llegará a las bateas el 28 de marzo.
Pese a que pasaron más de tres años de su antecesor, “The King of The Limbs” consta de solo ocho canciones (se especula con que aparezcan algunas más en el cd) y por momentos parece más un trabajo solista de Yorke -como aquel “The Eraser” (2006)- que de la banda.
Esta nueva obra abre con “Bloom”, un collage de capas y más capas de efectos montados sobre una repetitiva secuencia con la voz de Yorke como principal instrumento. La guitarra de Jonny Greenwood asoma por primera vez para el punteo de “Morning Mr. Magpie”, una de las canciones más agradables del álbum. “Little By Little”, tiene una llamativa intro de guitarra que se pierde luego bajo las capas de piano y la voz de Yorke, erigida a lo largo del disco como el único elemento capaz de aportar algo de melodía a las canciones, ante una banda dedicada sólo a la construcción de ritmos y densas atmósferas.
Una nueva robótica secuencia acompañada de una marcada línea de bajo abre “Feral”, que prácticamente carece de letra. Pasa luego “Lotus Flower”, un tema algo más “normal” y que contiene algo cercano a un
estribillo. Esta canción fue elegida como corte de difusión y viene acompañada por un video clip donde se lo va al cantante haciendo un delirante bailecito.
Los ritmos comienzan a desacelerarse en “Codex”, que con un penetrante compás de piano matizado con instrumentos de viento recuerda a “Pyramid Song” de "Kid A". Se oye por primera vez una guitarra acústica
en el comienzo de “Give Up The Ghost”, otra reposada pieza con un insistente coro de fondo a cargo de Yorke que hace alusión a “The Tourist”, el tema que cerraba "Ok Computer".
“The King of The Limbs” es un disco difícil, monocorde en varios pasajes, con canciones que terminan como empiezan, sin variaciones tales como los in crescendo o violentas rupturas de ritmos.
El álbum genera dudas sobre la valoración que recibirá dentro de unos años en el contexto de la rica discografía de la banda. Casi espanta en su primera escucha, pero de a poco comienza a atrapar si se le
otorga más de una oportunidad. De hecho, los críticos deberían escribir una reseña de recepción del disco y luego otra dentro de uno o dos años con una nueva perspectiva sobre el material.
Como sea, Radiohead lo ha hecho de nuevo: generó atención y sorpresa con el lanzamiento del álbum, abrió nuevas discusiones y polémicas sobre su contenido y de aquí en más pondrá en marcha nuevamente la
maquinaria para volver a los escenarios.

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