
Con la gestualidad que lo caracteriza sobre el escenario, Ciro sedujo las voluntades de los piojosos con su flamante banda. El espectáculo maravilló con los temas de "Espejos" (2010) como "Paso a Paso" y "Vas a bailar", pero la explosión llegó con "Desde lejos no se ve", coreada y pogueada incansablemente. Hubo, de todas formas, un momento más calmo, una pausa reflexiva y triste para muchos fanáticos, que fue el homenaje a Tavo Kupinski. Micky Rodríguez acompañó a Ciro, quien se mostró algo distante: "Quería dedicar este tema a la memoria de un compañero de muchos años". Dos días antes, Germán Daffunchio también había rendido honore al héroe caído en el recital de Las Pelotas.
La otra parte del cierre la ocupó Almafuerte, con toda la furia y la profundidad de Ricardo Iorio, que desembolsó apasionadamente las inefables "Sé vos" y "La máquina de picar carne", entre otras perlas de sabiduría mundana. La maratón de música contó además con la densidad de V8, la fiesta de Kapanga, la vibra de No Te Va Gustar y la pueblada de Las Pastillas del Abuelo.
El sonido penetrante y a la vez cautivante permanecerá sonaando hasta el próximo año allí, suavemente en algún rincón de la memoria. Y de la hermosa Cosquín.
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