por Santiago Pérez Chiconi
Rata Blanca demostró desde el principio su singularidad en el escenario del heavy metal nacional a través de la placa homónima que marcó su auspicioso debut en 1988 y que dejó varias canciones clásicas del repertorio de la banda, una de las más longevas dentro del género. Si bien el éxito masivo iba a llegar con el siguiente álbum, este trabajo encumbró a Rata Blanca como el primer grupo heavy argentino con un guitar hero –su líder Walter Giardino- y sirvió de cimiento para su extensa trayectoria, gracias a canciones como “El sueño de la gitana”, “Chico callejero” y “Preludio obsesivo”.